En la última película de Ridley Scott, «The Martian» («Marte» u «Operación rescate»), que acaba de ser presentada en el Festival de Cine de Toronto, el actor Matt Damon interpreta a un astronauta que debe sobrevivir en Marte. Hoy es una trama de ciencia ficción, pero no lo será por mucho tiempo si prosperan los planes de la agencia espacial estadounidense, NASA, que incluyen al argentino Pablo de León, un especialista en la creación de trajes espaciales.
La agencia planea realizar su primer viaje tripulado a Marte en 2030, un desafío considerado épico, empezando por el viaje y siguiendo por cómo vivirán allí los astronautas. Y es que a diferencia de las misiones tripuladas a la Luna, que duraban en total menos de dos semanas, la expedición a Marte durará años. Por la enorme distancia que nos separa de ese planeta -80 millones de kilómetros en promedio-los astronautas tardarán cerca de un año solamente en llegar (a la Luna se tarda tres días).
Y el plan es que, una vez ahí, pasen seis meses viviendo como marcianos. Aquí es donde entra en la trama Pablo de León, quien tiene 50 años y hace 20 trabaja como ingeniero espacial en Estados Unidos. De León acaba de ganar un concurso organizado por la NASA para crear un prototipo del hábitat en el que vivirán los astronautas en Marte.
El experto contó a BBC Mundo cómo será ese lugar que imagina, y que ya está siendo diseñado en el Human Spaceflight Laboratory (Laboratorio de vuelos espaciales humanos) de la Universidad de Dakota del Norte (UND, por sus siglas en inglés).
Como una casa
Por la descripción que hace De León, uno podría pensar que la primera vivienda humana en Marte será como una casa cualquiera. «Tendrá cuatro camarotes independientes con puertas para que haya privacidad, cocina, una mesa con sillas para cenar o reunirse, un baño con ducha y un área científica y de recreación», enumera.
Los espacios serán relativamente grandes: la parte de los camarotes medirá 12 metros de largo, y las distintas áreas tendrán 5 x 3 metros. Incluso habrá un invernadero donde los astronautas podrán producir plantas para reforzar su dieta, con ayuda de un suelo especial con nutrientes y fertilizantes, y unas luces LED (diodo emisor de luz).
Todo el ambiente estará climatizado y oxigenado para que los dueños de casa puedan estar allí dentro con comodidad y sin tener que usar sus trajes espaciales. Claro que en realidad los parecidos entre este hábitat y una casa terrestre serán meramente nominales.
Por empezar la apariencia de la vivienda no tendrá nada en común con una casa tradicional. Más bien se parecerá a un gran tubo inflado, conectado con otros tubos inflados. Es que la estructura que diseña De León será inflable. Así es como se la llevará hasta Marte. Y las paredes externas y objetos concretos se llevarán desarmadas y deberán ser ensambladas por los astronautas.